jueves, 15 de abril de 2010

Conviencia sin Violencia

Viernes Santo, día de reflexión. De otras inversiones, de otro tipo de rendimientos. Mucho más importantes que los cetes, las bolsas, los dólares o los fondos de inversión. Sin menospreciar la importancia que el dinero tiene en la vida de todos.


La semana pasada asistí a una conferencia de un grupo llamado Convivencia sin Violencia que se dedica, entre otras cosas, a crear conciencia en adolescentes y sus padres sobre los riesgos que hay por el consumo de alcohol. Al principio fui obligada por un requerimiento de la escuela (qué me podían decir ellos que yo no supiera), pero salí realmente sorprendida y asustada de lo profundo y difícil de la realidad. Así es que tomo el privilegio de este espacio para compartir algunos números y reflexiones con ustedes. No pretendo que tengan el mismo impacto que la conferencia en sí, pero espero que exista cierta manera de transmitir el mensaje.

Para todos los que tenemos hijos adolescentes o convivimos con ellos el tema del consumo de alcohol no es sorpresa. Vemos cómo muchachos cada vez más jóvenes toman más con consecuencias terribles, desde sustos hasta accidentes que resultan en tragedias.

Los accidentes viales, la violencia entre adolescentes (incluso entre novios), los abusos a las chicas, las paradas en el hospital por excesos, todos son eventos que no sólo van al alza sino que muchos adolescentes ya consideran “típicos… ni que fuera para tanto… esas cosas pasan”. Tristemente muchos papás seguimos pensando: “mis hijos no, sólo los hijos del otro” y que estamos inmunes porque “somos muy buenos padres”, “estamos muy presentes”, “vienen de buena casa” y es esta ceguera la que perpetua y de cierta manera agrava la situación.

Si un número habla más que mil palabras aquí hay varios miles de éstos para pensar este fin de semana:

-El 50 por ciento de los adolescentes en México empieza a tomar a los 12 años. Para la edad de 15, la mayor parte de lo hacen de forma regular. Se calcula que hay más de 300 mil jóvenes alcohólicos o con dependencia de alcohol, de todos los niveles sociales y educativos.
-55 jóvenes mueren diariamente por causas relacionadas directamente por el consumo de alcohol, es la primera causa de muerte a esta edad. En una semana el equivalente a diez salones de clases dejan de existir.
-El 80 por ciento del dinero que reciben los jóvenes se destina a comprar alcohol.
-Una de cada cinco personas que maneja en estado de ebriedad se accidenta o causa un percance. Una de cada diez, muere. La mayor parte de los accidentes automovilísticos relacionados con el alcohol ocurren entre las 2:30 am y el amanecer.
-En más de 50 por ciento de las relaciones afectivas entre adolescentes, noviazgos, hay violencia.
-Para adolescentes no hay tal cosa como “consumo responsable”, el cuerpo de los adolescentes, muchos de ellos biológicamente casi niños, el estado de desarrollo de su cerebro y su madurez emocional hace que el consumo de alcohol de cualquier tipo en cualquier cantidad, sea peligroso.
¿Cómo solucionar un problema que va en creciente y alarmante ascenso? ¿Un problema que sentimos que no existe a la vez que sabemos se nos sale de las manos?
Las soluciones empiezan con la conciencia de que el problema existe y que nadie es inmune. Después de esto viene la comunicación, los límites y las estrategias.
Para hablar y conocer de ellos los invito a que entren a la página de Convivencia sin Violencia (www.convivenciasinviolencia.org). Ustedes con sus hijos. El tiempo que le dediquen a hablar de este tema en familia y a reducir las probabilidades de vivir una tragedia será la mejor inversión que puedan hacer en la vida.

Originalmente publicado en Excelsior

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