viernes, 3 de septiembre de 2010

Los niños: El Valor y El Ahorro

Independientemente de los grandes planes que tenga cada niño para “cuando sea grande” (astronauta, bombero, doctor o bailarina) es indiscutible que todos los pequeños van a tener que manejar el dinero; y en buena medida, la capacidad con la que lo hagan, determinará el éxito de sus sueños.


En el mundo de hoy, muy complejo en todos los campos, tener bases sólidas en el ámbito financiero es tan importante como saber leer y escribir. Nunca es demasiado tarde para empezar a aprender cómo moverse en el mundo de las finanzas, pero entre más chicos sean los niños cuando empiecen a aprender las bases, más fuertes serán sus fundamentos y mejores serán los frutos.

No hay que volverse loco y tratar de educar a “genios financieros” que sepan sacar interés compuesto antes de entrar a la primaria, los temas de “dinero” tienen que introducirse de forma gradual tomando en cuenta la edad del niño y lo que es capaz de entender.

En la infancia lo más importante no es enfocar al niño a conocimientos puntuales, sino a que empiece a adquirir bases y principios sólidos sobre el manejo del dinero. Lo fundamental para los niños de cuatro a 11 años, es entender dos conceptos: 1) El valor que tiene el dinero, y 2) la mecánica del ahorro.

No existen reglas de oro, la manera en que los niños deben ser educados depende de la dinámica familiar y del carácter particular de cada niño. Es muy común que, inclusive entre hermanos, el temperamento de cada niño sea tan diferente que cada uno requiera lecciones diferentes.

Poderoso Caballero es Don Dinero

La base de la educación financiera es transmitir a los pequeños que el dinero es un arma necesaria para poder vivir, que tiene repercusiones “reales” en la vida cotidiana.

Empieza enfatizando lo siguiente:

1.- Hazlo real: El concepto del dinero es muy efímero y abstracto para los niños, particularmente para los de edad preescolar. Relaciona las cantidades de dinero con cosas cercanas a la vida del niño para que él pueda relacionar el valor.

2.- El dinero no crece en los árboles: Aunque parezca irrelevante, es necesario enfatizar a los niños, que a pesar de que ellos ven el dinero como algo que existe “naturalmente”, este es fruto del trabajo de los padres.

3.- En la vida hay que elegir: El punto básico de la economía (que debe ser enseñado a los niños desde pequeños) es que en la vida existen necesidades ilimitadas, pero recursos limitados. Aunque tengas la suerte de poder dar a tus hijos todo lo que ellos quieran, ayúdales a entender que existen elecciones que se deben hacer (“puedes comprar o una muñeca o un peluche, no los dos”).

4.- Saber contar: Enseña a tus hijos desde pequeños la denominación de los diferentes billetes y monedas. Cuando él o ella quieran comprar algo, haz que pregunte cuánto cuesta y que bajo tu supervisión (inicialmente), pague y reciba el cambio.

5.- No prohíbas, enseña a razonar: No vas a estar siempre detrás de tus pequeños vigilando sus gastos y elecciones, por lo tanto enfoca la educación financiera a decisiones razonadas y no a prohibiciones. Acepta los errores sin regañar ni descalificar, aprender es un proceso no una competencia.

6.- El que da y quita, con el diablo se desquita: Nunca uses al dinero como premio o castigo subjetivo, establece de antemano reglas claras bajo las cuales tus hijos reciban (o dejen de recibir) dinero.

7.-Págales: Dar una semana a tus hijos (“domingo”) no es obligación, pero sí es un arma útil que permite a los niños responsabilizarse por una cantidad de dinero. Puedes empezar tan pronto como el niño empiece a distinguir la denominación de los billetes y monedas y cuente hasta el 100 (cinco a seis años). La cantidad debe estar ligada a un presupuesto de necesidades, agregando, si así se pacta, incentivos por buenas conductas o castigos por faltas.

El ahorro paso a paso:

Los niños todavía no entienden muy bien la noción de “sacrificio presente / beneficio futuro” por lo que enseñar a ahorrar no debe estar, a esta edad, enfocado a sus ventajas, sino simplemente a la mecánica (que realmente es la parte más difícil de aprender):

Para los más pequeños (cuatro a siete años) el método de “ahorro corto”: El ahorro para los niños de esta edad es especialmente complicado, ya que no manejan muy bien el sentido del tiempo. Establece plazos de ahorro cortos con metas tangibles, promueve que tus hijos ahorren durante dos semanas (no más) y que luego gasten el dinero, para que pueda ver los beneficios con sus propios ojos.

Para los niños medianos (ocho a nueve años) utiliza el sistema de los tres “Cochinitos”: Cada niño debe tener tres alcancías, la primera una simple caja con tapa, la segunda un estuche con llave y la tercera una alcancía de barro. Cada semana el niño debe repartir su dinero entre semana entre las tres: El dinero que se deposita en la primera es para usarse en los gastos diarios (el lunch de la escuela, dulces...); lo que se deposita en la segunda, es para gastos corrientes pero que requieren más planeación (un regalo para la “novia”, por ejemplo), por esto es necesaria la llave, ya que disminuye la tentación sin eliminar la accesibilidad; la alcancía de barro es para ahorro de mayor plazo (un juguete, una bicicleta) y puede ser utilizado sólo cuando se rompa el recipiente.

Introduce a los “grandes” al sistema financiero: Cuando tu hijo cumpla 10 años regálale una cuenta de banco (la mayoría de las instituciones bancarias tienen cuentas enfocadas a cuentahabientes de estas edades) para cada mes deposite ahí una parte de sus ahorros. Un punto importante: los niños de esta edad son todavía muy chicos para poder manejar la tentación de las tarjetas de débito. A esta edad las cuentas bancarias deben ser utilizadas solamente como instrumentos de ahorro y los retiros realizados directamente en el banco (el trámite es más largo lo que limita el número de retiros por impulso), además las tarjetas de débito tienen implicaciones de seguridad que cobran relevancia en el mundo de hoy.

En todas las edades, demuéstrales que eres su aliado: bríndales tu apoyo de manera tangible, si puedes, equipara sus ahorros para facilitarles el cumplimiento de sus metas: “Si quieres comprarte una bicicleta que cuesta 100 pesos, cuando tu ahorres 60 pesos yo te completo los 40 restantes”.

1 comentario:

  1. Permiteme felicitarle por su blog, es la primera vez que lo veo y son muy buenos consejos para los padres, saludos desde New Jersey ! Jose Luis Palacios I.

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