viernes, 10 de septiembre de 2010

Cómo educar financieramente a los adloescentes

Bien dice el dicho "hijos chicos problemas chicos, hijos grandes problemas grandes".


La adolescencia es un periodo de especial preocupación: justo cuando los jóvenes empiezan a adquirir mayor independencia es cuando más expuestos están a diversas tentaciones; cuando más los quisiéramos proteger es cuando menos quieren ellos de nuestra protección.

En el ámbito financiero ocurre prácticamente lo mismo, en el momento en donde empiezan a tener acceso a una mayor cantidad de opciones financieras (manejan más dinero, tienen más instrumentos de gasto disponibles) es cuando están más expuestos a diversos riesgos.

Es fundamental conservar abierta la puerta del diálogo. Aunque muchas veces es difícil, casi imposible, poder cursar más que monosílabos con estos seres malhumorados y retadores (tengo uno en casa), pero la única manera de poder virar y corregir errores financieros es mediante un canal de comunicación perpetuo.

Irónicamente este es el momento en que más supervisión requieren en el manejo del dinero.

En la adolescencia lo más importante es hacer que los hijos razonen los beneficios que tiene el "jugar por las reglas" en el mundo financiero.

Hay que reforzar las bases que se establecieron en la infancia (recuerde es un PROCESO de aprendizaje) a la vez que se introduce el manejo de dos conceptos muy importantes: el crédito y la inversión.

El crédito (ya sea por medio de tarjetas de crédito, préstamos...) es una parte fundamental de la vida adulta, pero es un arma de doble filo: bien utilizado puede ser la puerta para poder adquirir bienes que de otra manera serían inalcanzables, mal manejado puede condenar a una vida de problemas.

Introducirlo a, y ayudarlo a aprender sobre los mecanismos de crédito que tendrá que manejar el resto de su vida puede ser uno de los mejores regalos que le puedes dar. ¿Cómo lo debes hacer?:

1)Empieza por la filosofía: Tu hijo debe aprender que el crédito es un privilegio, no un derecho, y que si abusa de él o lo maneja de manera inadecuada lo puede perder.

Si tu hijo comete errores constantes en el manejo de los instrumentos financieros a su disposición retírelos temporalmente.

2)Instrumentos simples que le enseñen la temperatura del agua sin la necesidad de echarse un clavado: La tarjeta de débito es un instrumento muy adecuado para iniciar a los adolescentes en el uso de instrumentos de pago: es cómoda, comúnmente aceptada y tiene un límite en la disposición de dinero. Haz que tu hijo la utilice como si fuera una tarjeta de crédito: que guarde los recibos y contabilice mensualmente los gastos para que él mismo mantenga un control.

Después de que asegures que el uso es adecuado cámbiala por una tarjeta de crédito con un límite determinado de gasto.

3) No olvides enseñar las pequeñeces: El buen manejo del crédito mucho tiene que ver con el orden y la dinámica con la que se ejerza. Instruye a tus hijos a guardar y registrar los vouchers, qué hacer si pierde la tarjeta y lineamientos básicos de seguridad en su uso.

4) Sea claro: Define de antemano quién será el responsable del pago de los gastos cargados en la tarjeta (tú o él), los gastos que están terminantemente prohibidos, y la cantidad límite.

5) Enseñe con ejemplos: Manejar el costo del interés con simples números puede minimizar su impacto real. Haz ejercicios puntuales para que tus hijos entiendan en cuantos pesos se traducen esas tasas. No es lo mismo oír sobre una tasa de interés compuesto de cinco por ciento mensual que saber que un saldo no pagado de diez mil pesos se puede convertir en 17 mil 958 pesos al cabo de un año.

6) Empieza poco a poco: Procura que en un principio la tarjeta de crédito se utilice solamente como una tarjeta de servicio (esto por la comodidad de no cargar efectivo) y que se pague completa y puntualmente el saldo mensual.

7) No es culpa del indio, sino del que lo hace su patrón: Evita tentaciones innecesarias conservando siempre un tope adecuado al límite disponible.

8) No difiera: Prohíbe -en la medida de lo posible- el uso de la tarjeta para hacer pagos diferidos (seis, doce y 18 meses sin intereses) ya que este método desasocia el costo del objeto con el valor que tiene (uno piensa que un estéreo es muy barato porque sólo pago hoy 500 pesos, cuando en realidad tendré que hacer pagos mensuales durante seis meses, un año o más).

9) Y tú ¿quién eres?: Enseña con el ejemplo, es más fácil que un adolescente copie actitudes congruentes que acate órdenes vacías

No hay comentarios:

Publicar un comentario